LA GENERACION DE DIRECTORES, SUPERVISORES Y JEFES DE SECTOR CORRUPTOS: UN DESAFÍO PARA EL LIDERAZGO ETICO Y EDUCATIVO DE LA NEM.

En la actualidad, el el sistema educativo mexicano se enfrenta a un desafío creciente relacionado con la existencia de directores, supervisores y jefes de sector corruptos, carentes de liderazgo educativo y ético heredados del viejo régimen neoliberal. Este fenómeno plantea preguntas fundamentales sobre los factores que contribuyen a la generación de líderes que comprometen la integridad, la excelencia y el buen ejercicio de sus funciones. La nueva escuela mexicana en sus principios aborda de forma frontal la posibilidad de concientizar a todos los actores a cambiar el rumbo de la corrupción que ha sido su brújula durante muchas décadas, sin embargo la negativa a resignificar, deconstruir su valor ha sido tajante, los directores, supervisores y jefes de sector se niegan al cambio, a la transformación en beneficio de quienes más lo necesitan, violando con esto el interés superior de la niñez.

Por Mtro. Edgar Stalin Méndez Alcaraz.

Pero abordemos para empezar algunas cuestiones sobre lo que aquí se expone:

Causas de la Corrupción y Falta de Liderazgo:

  1. Falta de Énfasis en Valores Éticos:
    La formación de líderes a menudo se centra en habilidades técnicas, administrativas y gerenciales, descuidando la importancia de los valores éticos. Cuando los líderes carecen de una base ética sólida, están más propensos a tomar decisiones moralmente cuestionables.

  2. Presión por Resultados Inmediatos:
    En entornos competitivos, la presión por alcanzar resultados rápidos puede llevar a la adopción de prácticas corruptas. Los líderes pueden sentirse tentados a tomar atajos éticos para lograr objetivos a corto plazo, descuidando las consecuencias a largo plazo.

  3. Falta de Responsabilidad y Transparencia:
    Cuando la secretaria de educación, las subsecretarías, las direcciones de nivel, no fomentan una cultura de responsabilidad y transparencia, los directores, supervisores y jefes de sector pueden operar en un ambiente donde la corrupción queda impune. La falta de consecuencias disuasorias contribuye al comportamiento corrupto.

  4. Modelos de Rol Inadecuados:
    La falta de modelos de liderazgo ético en los puestos mencionados anteriormente puede influenciar negativamente a los directores, supervisores y jefes de sector recién ingresados. Si observan comportamientos corruptos en sus antecesores superiores, es más probable que reproduzcan estas conductas en su propio liderazgo.

  5. Clasismo, sectarismo y discriminación: La falsa creencia de que ser director, supervisor o jefe de sector los eleva a una clase distinta, diferente y superior que los demás docentes, apoyados entre sí corrompen las normas, promueven la opresión, enaltecen la impunidad, señalan, aíslan, agreden cuando no pueden imponer su voluntad. Una muestra contundente del neoliberalismo salvaje.

Impacto en las escuelas y todo el engranaje educativo:

  1. Desconfianza y Desmotivación del Personal:
    La corrupción y la falta de liderazgo educativo y ético generan desconfianza entre los docentes. Esto conduce a una disminución en la moral y la motivación, afectando negativamente el rendimiento general de la practica docente. Y esa ha sido una de las causas más recurrentes del retroceso educativo en nuestro país, comprobado y sustentado.

  2. Reputación Dañada:
    Las prácticas corruptas de los directores, supervisores y jefes de sector impactan directamente en la reputación de la educación mexicana. La confianza del magisterio, sociedad y comunidad escolar puede erosionarse, llevando a la pérdida total de una educación de calidad y el respeto a lo prescrito en la constitución.

  3. Ciclo de Corrupción Continua:
    La presencia de directores, supervisores y jefes de sector corruptos puede establecer un ciclo de corrupción dentro del sistema educativo. Los docentes pueden verse tentados a participar en prácticas poco éticas si observan que los directores, supervisores y jefes de sector lo hacen impunemente. Es un ciclo que mantiene su ritmo a pesar de la introducción de la nueva escuela mexicana y sus principios ético. Y lamentablemente para los nuevos directores y supervisores es un hecho consumado, el ciclo sigue.

  4. Que podemos ver como soluciones y recomendaciones:
  1. Énfasis en la Formación Ética:
    La USICAMM deben priorizar la formación ética en todos los niveles de liderazgo. Esto incluye la promoción de valores, la toma de decisiones éticas y la responsabilidad social. Debe cambiar por completo la estrategia de promoción e inserción de directores y supervisores.

  2. Fomento de una Cultura de Transparencia:
    Es esencial crear una cultura que valore la transparencia y la rendición de cuentas. La implementación de mecanismos de denuncia ética puede ser una herramienta efectiva para identificar y abordar la corrupción.

  3. Modelos de Liderazgo Positivos:
    La secretaria de educación en su conjunto la usicamm deben destacar y promover modelos de liderazgo ético. Celebrar y reconocer a aquellos líderes que ejemplifican valores éticos y que pueden inspirar a otros a seguir su ejemplo. Así como deshacerse de elementos que bajo el estigma de la impunidad se mantienen vigentes en los puestos de dirección, supervisión.

  4. Actuación, Imputación y Sanción: Se tiene que actuar para encontrar los elementos que están pervirtiendo el proceso educativo, impidiendo la educación de excelencia, imputar inmediatamente a dichos actores y sancionarlos conforme a las leyes vigentes. Ya no es posible que dentro de la misma educación se siga culturizando la corrupción, los hechos violentos y acciones que van en detrimento de nuestra sociedad, urge poner un alto a esta situación.

  5. Es imposible e impensable que la nueva escuela mexicana se pueda establecer en un escenario donde la corrupción, las violaciones a los derechos humanos, las agresiones a docentes son la principal característica y herencia del neoliberalismo. Por eso y mas se puede concluir que: La generación de directores y supervisores corruptos y sin liderazgo representa un desafío crítico para la educación en México para la secretaria de educación pública y para las secretarias de educación en cada estado. Abordar este problema requiere un enfoque integral que incluya la promoción de valores éticos, la transparencia y la responsabilidad. Solo a través de un liderazgo ético y comprometido se puede construir un futuro sostenible y exitoso para nuestra sociedad y las generaciones futuras.

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